quarta-feira, novembro 01, 2006

Uma Carta Sobre a Tradição

Le agradezco su post y le agradezco su porte educado, a la par que su esfuerzo por escribir en español que es muchísimo mejor de lo que su modestia le permite reconocer. Ojalá pudiera yo corresponderle en un portugués similar. No pudiendo hacerlo le pido disculpas de antemano. No tengo ningún interés seguir tenues y evanescentes líneas tipo Joaquín de Fiore, en su versión portuguesa (área en la cual es Vd. un auténtico erudito) de las cuales tenemos también cumplida representación en el mundo español (y que me interesan poco o nada), lindantes en el gnosticismo o con variaciones sentimentaloides-pseudomísticas. En lo político me identifico plenamente con las líneas de Don Juan Vázquez de Mella en España y con António Sardinha en Portugal. Espero que esto sirva para mi clarificar mi postura política.

En lo religioso rechazo su proposición mayor de pleno, es decir, que hay un catolicismo "auténtico" pretrentino y otro "no-auténtico" posterior a la Contrarreforma. Trento no es más que la afirmación del mismo orden medieval que San Agustín y Santo Tomás de Aquino tan maravillosamente expusieron.

No puedo concordar con su explicación sobre la Inquisición tampoco. No hay Inquisición Ibérica, sino española o portuguesa. Más aún, España y Portugal fueron los últimos países en implantar la Inquisición, cuya puesta en marcha venía de cientos de años atrás (desde el Concilio de Letrán), y cuya recomendación ya habían seguido antes otros países como Inglaterra o Francia. Entre paréntesis, la Inquisición en España empieza en el siglo XV, no en la segunda mitad del XVI, como Vd. afirma.

Me permitirá que esboce una sonrisa cuando leo eso del "conservadurismo tridentino". La palabra conservador tiene que ver con la Revolución Francesa o, en el ámbito anglosajón, desde la revolución puritana de Cromwell. Comprenderá Vd. que sonría ante este anacronismo. Por otro lado Tradición y conservatismo o conservadurismo son conceptos distintos, y le remito para ello, entre otros, a los extraordinarios estudios del profesor norteamericano (y carlista) Frederick Wilhelmsen. No soy representante de nada, pero mucho menos del conservadurismo. Le ruego, por favor, que no se crea que el foro hispanismo.org representa el sentir general del Carlismo español, que me parece que Vd. sigue sin entender del todo. Las opiniones de algunos logorreicos y señalados miembros de hispanismo.org son opiniones a título personal. Le reto a que me diga cuándo el Carlismo auténtico ha dicho oficialmente algo en favor de la invasión de Portugal. Los hechos son hechos y las especulaciones, especulaciones. Hay en hispanismo.org una serie de individuos también dados al pensamiento desiderativo.

Esa separación en torno a mitos y literatura que Vd. señala contradice la historia y los hechos. Si Vd. desea seguir los dictados de su propio pensamiento desiderativo, es muy libre de hacerlo. Yo me atengo a los hechos: España y Portugal tienen un sustrato común, una común esencia romana y católica y un común quehacer en la historia: la defensa de la Cristiandad y la Evangelización del mundo. Al lado de esto todo lo demás son detalles sin importancia.

Me alegra poderle decir que conozco y he leído y estudiado a la mayor parte de los autores que cita, como Fiore, Agostinho da Silva, el Padre Vieira, Pessoa, etc. Estos dos últimos que he citado, por ejemplo, se cuentan entre mis autores favoritos. Es posible que se sienta ofendido por lo de España y Portugal como "luz de Trento y martillo de herejes". Dada su opinión contraria a Trento y los vericuetos teológicos a los que señala encontrarse entregado lo encuentro comprensible. La frase no es mía, sino de Menéndez Pelayo. Sea como fuere le puedo decir que desde el punto de vista filosófico, y desde el teológico, no se explica el impacto ulterior de Trento sin comprender la obra de ese gran portugués ligado a España como fue Juan de Santo Tomás. Por mi parte yo no tengo intenciones de ofender a nadie, y menos a un caballero tan educado como Vd. Los hechos, empero, ahí están.

Con respecto a la judaización de la Fe católica se puede escribir mucho. Lo dejaremos para mejor ocasión porque daría para mucho. Quizás sea bueno decir que Torquemada era judío y quizás por ello conocía bien los peligros de esa judaización. La Inquisición también persiguió a San Juan de la Cruz y a Fray Luis de León. ¿Qué me quiere Vd. decir con que Vieira sufrió los embates de ella también?

Respecto a todos esos asuntos y trasuntos de los Templarios, se les juzgó sumarísimamente tanto en España como en Portugal, y la Orden del Temple salió completamente absuelta en las dos Patrias peninsulares. De hecho muchos de estos templarios se integraron luego en otras Órdenes, como Calatrava, Santiago o Montesa, entre otras. Y los respectivos Reyes portugueses, castellanos y aragoneses se mostraron contrarios a la extinción de la Orden, impuesta por Roma bajo presión del monarca francés.

Como Portugal ha dado muchos y preclaros santos y teólogos, no voy a entrar en eso del Alma Lusíada como "iniciática". Es su opinión, ciertamente no compartida por los católicos portugueses fieles a la ortodoxia. Insisto que estos ejercicios fiorista-gnósticos me caen un poco a trasmano, no me interesan y me parecen irrelevantes. El catolicismo no es gnosticismo, en ninguna de sus vertientes. Ser católico es adherirse a una Verdad Revelada externa a uno y propuesta por la Santa Madre Iglesia. En lo que a mí repecta as iniciaciones prefiero dejárselas a los gnósticos, masones, sociedades secretas, sociedades discretas y otras grupos de mal vivir y peor morir. No voy a entrar en refutar sus ubicaciones del "anti-Portugal". Una cosa: el tradicionalismo político o religioso no es tampoco reaccionario. Reaccionario es Maurras, que es una buena reacción (perdón por la redundancia), pero insuficiente.

Sobre las andanzas de los nazis y los fascistas, ¿qué decirle? También Hitler tenía un proyecto de troceamiento de la Península Ibérica que implicaba la partición de España y Portugal. Si Vd. me dice que había Generales españoles que consideraban esta eventualidad, lo que no tengo por qué dudar viniendo de un hombre culto como Vd., debían ser malos Generales, pues por aquella época Portugal era mucho más fuerte militarmente que España. De todas maneras de nazis (también gnósticos) y fascistas (con sus gnósticos a cuestas también), cabe esperar cualquier cosa. También ha habido algunos portugueses que desearon (y desean) anexionarse Galicia, Castilla u otras tierras. Es el "peligro portugués" para España, que ya reconocía Sardinha.

Quede tranquilo: una de las deducciones lógicas de Fátima es que Portugal existirá hasta el fin de los tiempos. Cuando otras naciones serán aniquiladas, no es poco eso. Finalmente quiero decirle que coincido plenamente con Vd. en su última frase sobre la necesidad imperiosa de defender Portugal, su vida y su alma. Esa defensa de Portugal beneficia, por cierto, a España como la defensa de España beneficia, por cierto, a Portugal. En el objetivo, a Dios gracias, veo que coincidimos plenamente. En el método ya lo dudo tanto. Y respecto a lo de la "inspiración divina", por la que siempre hemos de pedir y rezar, suele ésta manifestarse por las causas segundas, y no por inspiraciones carismáticas.

Perdone si ha sido una respuesta larga la mía, pero con ello doy por zanjado el tema por mi parte. Los años y las enfermedades me impiden cada vez más el contacto directo con el tedio gnóstico. Que el Espíritu Santo descienda sobre Vd. y le permita gozar de la certeza absoluta de la Fe revelada por Nuestro Señor Jesucristo, de la cual la Iglesia Eterna es depositaria.

Quedo a su disposición en el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María,
Rafael Castela Santos

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